El buque Cutter James (WMSL 754) de la Guardia Costera de los Estados Unidos arribó al país el lunes 29 de abril a las seis de la tarde. En la dársena E del puerto de la ciudad de Buenos Aires, donde amarró, fue recibido con honores por el presidente Javier Milei, la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el embajador estadounidense en el país, Marc Stanley

La embarcación llegó proveniente del puerto de Montevideo y se quedará en el país hasta el viernes 3 de mayo. El presidente y la comitiva que lo acompañó en la bienvenida hizo un paseo por los distintos niveles del buque, se sacó fotos con la tripulación y conoció los pasillos internos del barco. El tour se extendió durante cuarenta minutos

El buque guardacostas opera bajo el comando del Área Atlántica de la Guardia Costera de Estados Unidos. La representación diplomática estadounidense informó que la embarcación participa en numerosas operaciones vinculadas a la lucha contra el narcotráfico y el cumplimiento de la ley marítima

El viernes el James partirá del puerto de la ciudad de Buenos Aires y saldrá a alta mar para realizar ejercicios en colaboración con los organismos de seguridad del país para combatir la pesca ilegal cerca de la milla 200, la frontera marítima entre la Argentina y el resto de los países

Durante el mediodía del martes, luego de pasar la primera noche atracado en la esquina norte del puerto porteño, en el camarote del capitán se desarrolló un almuerzo de camaradería. Los participantes argentinos del encuentro fueron la vicepresidenta Victoria Villarruel, el jefe de Gabinete Nicolás Posse, el ex brigadier y secretario de Estrategia Nacional Jorge Jesús Antelo, Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, Alberto Fohrig, responsable del Área de Cooperación Internacional del ministerio, Vicente Ventura Barreiro, secretario de Seguridad de la Nación, Martin Verrier, Subsecretario de Lucha contra el Narcotráfico, Sebastián Seoane, director nacional de Migraciones, entre otros

Según información oficial, la visita del buque Cutter James se enmarca en "un momento significativo de la continua colaboración entre Estados Unidos y Argentina, orientada a mejorar la seguridad marítima y combatir actividades ilícitas en el mar"

"Durante esta visita, la tripulación realizará actividades conjuntas en alta mar con sus contrapartes argentinas, enfatizando el espíritu de cooperación de esta misión", expresó la embajada de los Estados Unidos a través de un comunicado

Los colores de los chalecos identifican distintos roles en la tripulación. El rojo es para quienes combaten el fuego. Los violeta son para aquellos que están a cargo de reabastecer el combustible de los helicópteros. Los azules son los que se encargan de asegurar los helicópteros al bote. Y los amarillos se encargan de dirigirlos para su aterrizaje seguro

El buque cuenta con la tecnología de expulsar botes estacionados sobre la popa con salida inmediata al mar a través de grúas y sogas

En el mismo reporte, la entidad explica que "la tripulación está dedicada a misiones que incluyen el combate al tráfico de drogas y la vigilancia de actividades de pesca ilegal, no reportada y no regulada en el Atlántico. Su trabajo no solo apoya las necesidades de Estados Unidos, sino que también contribuye a la estabilidad y seguridad regional"

El espacio para servirse las bebidas en primer plano y de fondo la cocina. Enfrente de este sector se encuentran las cuatro mesas alargadas, el principal sitio interno para los encuentros ociosos

En el interior del buque, el cuerpo principal de la tripulación tiene un área común donde desayunan, almuerzan y cenan. Son cuatro mesas distribuidas entre los marineros de primera clase, segunda clase, tercera clase y el resto de los tripulantes. En ese mismo espacio, los sábados comparten jornadas de recreación donde escuchan y tocan música y ven la televisión

El buque tiene la capacidad de realizar múltiples misiones y navegar a través de múltiples océanos. En la parte de la popa conservan dos botes semirrígidos y también en el interior guardan otros tres, que sirven en las misiones para combatir el narcotráfico o la pesca ilegal, no reportada y no regulada. Además cuenta con una plataforma principal con capacidad para aterrizar helicópteros y dos brazos que permite administrar varias aeronaves a la vez en caso de que así lo requiriera

En un despacho interno destinado para el uso de los capitanes de la embarcación se montó una larga mesa para agasajar a las autoridades argentinas: allí almorzaron hoy el embajador Marc Stanley, la vicepresidenta Victoria Villarruel y la ministra de seguridad Patricia Bullrich, entre otros

"El buque puede hacer múltiples misiones: todo lo que sería combatir el narcotráfico, también puede contribuir a contrarrestar operaciones de pesca y cuestiones relacionadas a la inmigración", definió uno de los tripulantes

La tripulación se nutre de, al menos, 120 personas, con capacidad para albergar a 150 integrantes. Aproximadamente 25 son mujeres. Muchos son marineros, pero también hay ingenieros, cocineros, quienes están a cargo del material electrónico, quienes instrumentan las operaciones y los capitanes que dirigen a la embarcación

El James es uno de los barcos más grandes y tecnológicamente avanzados de la flota de la Guardia Costera de Estados Unidos. Su longitud es de 127 metros -el doble de largo de embarcaciones similares a las que usa la Prefectura Nacional-, 17 metros de ancho, puede desplazar 4.500 toneladas y alcanzar una velocidad máxima de más de cincuenta kilómetros por hora. El punto más alto del barco está en el vigía del mástil a 42 metros sobre el nivel del agua y la torre del piloto trepa a 19 metros

La teniente Clark y el especialista en operaciones Acevedo Guzmán en "el puerto", como le dicen al área desde donde se dirige al buque. Frente a ellos, la consola donde está el timón, los aceleradores y los controles de propulsión

Un mapa físico del ingreso al puerto de Buenos Aires y una campana que suena ocho veces al mediodía son los resquicios de tradición que aún se conserva en el buque Cutter James

Un poderoso cañón en proa se ve desde la cabina de conducción del barco. Es el arma más importante del buque. El sistema de armas automatizadas "capaces de detener embarcaciones rebeldes" es uno de los atributos de la embarcación

"Los NSC cuentan con equipos avanzados de comando, control, comunicaciones, computadoras, inteligencia, vigilancia y reconocimiento; instalaciones de apoyo a la aviación; lanzadera de botes a popa y capacidad de mantenerse en posición durante largos períodos", dicen desde la Coast Guard

"Estamos sumamente agradecidos porque tuvimos con nosotros a dos tripulantes de la Prefectura de Argentina, quienes nos ayudaron a comunicarnos en la radio con los pilotos para poder entrar al puerto", dijeron

"Probablemente el puerto de Buenos Aires sea uno de los tránsitos más largos y tediosos", expresaron. Tardaron casi doce horas en llegar desde Montevideo al puerto porteño

El teniente Walken en la sala de máquinas, donde se operan las funciones vitales de la embarcación: los motores, los propulsores, la refrigeración, los controles de fuego

La silla del capitán en "el puente" que mira, desde el costado derecho del sector, el horizonte. El capitán del Cutter James es Donald M. Terkanian Jr.

Según voces autorizadas, la presencia del James es una visita planeada desde hace bastante tiempo. Y explicaron que siempre hubo un principio de colaboración, solo que ahora, con la presidencia de Javier Milei, esa alianza de colaboración se volvió más visible y tiene un perfil más alto

El embajador estadounidense en Argentina, Marc Stanley sube las escaleras para ingresar al buque

Antes, recibió a la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, en la dársena E del puerto de la ciudad de Buenos Aires (Fotos Cristian Gastón Taylor)