Pedro Juan Caballero - 07 de July de 2025 |
No solo el calor impacta en la salud cardiovascular, también el frío. Las bajas temperaturas pueden representar un riesgo importante para la salud del corazón, especialmente en personas con antecedentes de enfermedades cardiovasculares, hipertensión, antecedentes de infarto o cirugías cardiacas, son propensas a sufrir complicaciones del corazón, como infartos o accidente cerebrovascular, explicó la doctora Graciela González, titular del Programa Nacional de Prevención Cardiovascular del Ministerio de Salud Pública (MSP).
“El frío excesivo puede producir un espasmo de las coronarias, pueden contraerse las arterias del corazón y empeorar cuadros, como la angina de pecho o incluso si ya tiene alguna lesión coronaria, eso puede precipitar o provocar un infarto”, alertó la profesional.
Además, el frío contrae las arterias, reduciendo su diámetro –explicó la doctora González–, lo que puede elevar la presión arterial, un riesgo considerable para personas hipertensas, incluso aquellas que ya están medicadas.
“También contribuye a elevar la presión arterial, entonces sube más la presión arterial, sobre todo para los hipertensos conocidos que ya están medicados, sería bueno que se controlen la presión arterial, porque en algunos pacientes, las personas son más susceptibles y les sube más la presión, y puede requerir ajustes de alguna medicación”.
En casos en que las personas no estén diagnosticadas con hipertensión –que representan un alto porcentaje de la población porque la enfermedad es asintomática–, la doctora González recomienda que comiencen un control de la presión arterial.
“O cualquier síntoma, molestias, también controlarse la presión, porque a veces uno cree que no tiene presión alta, pero realmente es un hipertenso. Entonces, el chequeo preventivo también es importante en esta época”.
CONSEJOS. Entre los cuidados esenciales durante el invierno, la doctora González insistió en evitar la exposición al frío, especialmente en horas de baja temperatura, mantenerse en espacios climatizados, abrigarse correctamente, no olvidar la hidratación –incluso si no se siente sed– y mantener una alimentación saludable.
“Y, sobre todo, los adultos mayores deben extremar los cuidados, ya que son más sensibles, no solo por el sistema cardiovascular, sino también por su sistema inmunológico debilitado”.
Las personas con antecedentes de enfermedades cardiacas, especialmente las personas adultas mayores, deben evitar exponerse al frío. “Estar en lugares climatizados, protegidos del frío, abrigarse suficientemente y tomar su medicación usual”.
Sumada a estas recomendaciones, la doctora González insiste en la importancia de la hidratación también en invierno. “No olvidarse de tomar agua. Estas personas que ya tienen patologías, entonces, como toman varios medicamentos, es importante tomar suficiente agua para que funcione todo el cuerpo y equilibrar la presión arterial”, refirió.
Y, por supuesto, añadió la importancia de una alimentación saludable. “El frío nos invita a ingerir alimentos con más calorías, grasas y demás, entonces, ser cautelosos, por lo menos no excederse. Ni con las bebidas alcohólicas ni con los alimentos grasos, y cuidar siempre la sal”.
VERANO VERSUS INVIERNO. En días de calor, las arterias se dilatan, se contraen y también hay que tener cuidado, igual que la prudencia que se debe aplicar en la temporada invernal para cuidar el corazón.
“Lógicamente, si se exponen las personas con factores de riesgo, puede producirse infarto o el accidente cerebrovascular por una crisis hipertensiva”.
Por ello, la doctora González insistió en la importancia de los controles médicos, incluso en personas que no presentan síntomas evidentes para un diagnóstico adecuado.
CONSEJOS PARA CUIDAR EL CORAZÓN Evitar exponerse al frío. Las personas adultas mayores deben evitar exponerse al intenso frío, tanto a la mañana como a la noche. Tomar diariamente la medicación. En caso necesario, consultar con el médico para un ajuste en la dosis diaria del medicamento. Esto, especialmente, en la temporada invernal. Alimentarse saludablemente. Reducir el consumo de sal, pues incrementa la presión arterial y afecta al corazón. Comer más verduras, frutas, caldos y otras comidas que no sean procesadas o enlatadas. Evitar los cambios bruscos de temperatura. Se recomienda que después de ducharse, las personas se vistan en el baño para evitar el golpe de frío. Hidratarse adecuadamente. Ingerir líquidos, ya sea agua, jugos naturales, caldo, verduras, frutas. Se aconseja no esperar a tener sed para el consumo de agua. Control diario de la presión arterial. Debido al impacto del frío en la salud cardiovascular, se recomienda un control diario o semanal para regular adecuadamente la presión arterial. Uso de abrigos adecuados. Para mantener un calor corporal se aconseja abrigarse adecuadamente con el uso de gorras de lana, medias, bufandas y camperas que permitan resguardarse del intenso frío.
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