Sepa los beneficios de la actividad física
Fecha: 2024-04-07 16:21:08 PM
La Prof. Dra. Sandra Samudio, especialista en medicina interna del Hospital de Clínicas, resaltó la importancia de la actividad física en la prevención de enfermedades cardiovasculares. Explicó que no sólo contrarresta los factores de riesgo, sino que también ofrece beneficios significativos para la salud general.

Según la especialista, incluso actividades físicas simples, como barrer pueden contribuir a mejorar la salud cardiovascular. Sin embargo, enfatizó la importancia de seguir un ejercicio protocolizado y regular, como caminar, correr, andar en bicicleta o nadar, para obtener beneficios óptimos.

Advirtió que el sedentarismo, cuando la persona está todo el tiempo inactiva, es igual de nocivo que la diabetes, hipertensión o tener vicios como fumar. Esto porque al no quemar la cantidad suficiente de calorías se tiene un mayor riesgo de aumento de peso, lo que puede conducir a enfermedades cardiovasculares.

La especialista hizo hincapié que mantener un peso adecuado no es solo cuestión estética sino fundamental, porque está asociado con un menor riesgo de enfermedades cardio cerebrovasculares.

Agregó que existe un índice de masa muscular que se calcula para saber si una persona está excedida de peso y para ello se debe dividir el peso de ésta por su altura elevada al cuadrado. Cuando se llega a un índice de masa muscular de 25 el paciente ya está catalogado como una persona con sobrepeso, y de 30 o más ya es obesidad.  La obesidad es una enfermedad que se mide en grados y debe abordarse con seriedad ya que es igual de grave que los otros factores de riesgo para la salud.

En cuanto a la recomendación de caminar como ejercicio y actividad física accesible, la docente destacó la importancia de realizar un chequeo médico previo, ya que iniciarlos sin precauciones adecuadas puede provocar más daño que beneficio. “Las personas que tienen problemas articulares no pueden de buenas a primera realizar ciertos ejercicios, porque pueden impactar sobre las articulaciones y traerle más problemas”. Explicó que la actividad física regular no solo ayuda a contrarrestar los factores de riesgo, por ejemplo, en los pacientes hipertensos se disminuyen levemente las cifras de presión arterial, independientemente de las medidas farmacológicas que adopte, sino que también mejora la salud general y el bienestar emocional. Agregó que esto se debe a que produce endorfinas, duerme mejor y hasta contribuye a que tenga un mejor humor.

Actividad física y alimentación en la enfermedad de Parkinson

Aparte del tratamiento médico y quirúrgico en la enfermedad de Parkinson, el ejercicio y la alimentación forman parte del tratamiento no farmacológico, indicó la especialista del Dpto. de Neurología, Dra. Noelia Obelar. Recuperar el rango de movimiento de las articulaciones para mejorar el movimiento es uno de los objetivos más importantes en el entrenamiento de los pacientes con la patología, así como la corrección y mejora de la postura.

Uno de los síntomas más representativos de esta enfermedad es la excesiva inclinación del torso hacia delante, por lo que la corrección postural y potenciación de la musculatura del tronco y especialmente del abdomen, que participan activamente en una buena postura, son temas básicos a tratar en el entrenamiento. Así mismo, la mejora del equilibrio y de la coordinación a través de ejercicios sencillos también será de gran ayuda para los pacientes. Una mejor coordinación les ayuda a facilitar el movimiento de la marcha, que suele verse mermado debido a la enfermedad.

Todos los ejercicios hacen que los pacientes puedan ser autónomos y valerse por sí mismos durante el mayor período de tiempo posible, mejorando así su calidad de vida y su relación con las personas y con el entorno.

Por otro lado, la dieta en los pacientes que conviven con la enfermedad de Parkinson debe tener ciertos cuidados para no interferir con la eficacia de la medicación y evitar otros problemas. En general, la mayoría de los expertos recomiendan un estilo de vida mediterráneo no solo para las personas con enfermedad de Parkinson, sino también para la mayoría de las personas. Hay investigaciones que respaldan el concepto de que una dieta mediterránea puede ser neuroprotectora y puede ralentizar la progresión de la enfermedad.

hoy.com



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