Pedro Juan Caballero - 30 de June de 2025 |
La obra efímera de 1.200 metros de extensión deslumbró a feligreses y visitantes, convirtiendo las calles en un verdadero tapiz de devoción, creatividad y comunidad. Este año, por primera vez en 80 años de historia, la procesión con el ícono de la Santa Patrona se realizó en dos ocasiones: el viernes 27 de junio, sin la alfombra, y el sábado 28, con la alfombra ya desplegada.
Con el lema “La Virgen nos protege los 365 días del año”, los Alfombristas Voluntarios desarrollaron un concepto innovador: 365 alfombras individuales, unidas cronológicamente para simular un gran calendario artesanal.
La primera alfombra representó el 27 de junio, día de la festividad, y a partir de allí, cada tapete simbolizó un día del año, destacando estaciones, feriados, festividades religiosas y tradiciones populares.
El recorrido fue una experiencia sensorial y espiritual. Los fieles caminaron sobre escenas que evocaban el invierno, la primavera, el verano y el otoño, en una secuencia que no solo marcaba el paso del tiempo, sino también el pulso de la vida comunitaria y la fe compartida.
Las alfombras fueron elaboradas con materiales reciclados como arpillera, encajes, telas, cartón, papel y hojas secas, utilizando diversas técnicas artesanales. Esta propuesta no solo fue una manifestación de devoción, sino también un testimonio del compromiso con la sostenibilidad y la identidad cultural.
Los primeros 300 metros, frente al templo sobre la calle Carlos A. López, estuvieron a cargo de los alumnos del Colegio Parroquial Rosenstiel, mientras que los 900 metros restantes, distribuidos sobre las calles Curupayty, Cerro León y Julia Miranda Cueto de Estigarribia, fueron obra de los Alfombristas.
José Quevedo Allende, artista plástico, comunicador y uno de los impulsores de esta tradición, expresó que “cada año, los Alfombristas Voluntarios trabajan con amor y entrega para honrar a la Virgen y engalanar las calles por donde pasa la procesión. Esta es una de las manifestaciones de fe más grandes del país.”
El recorrido concluyó con una alfombra que marcaba el 26 de junio, como símbolo de cierre del ciclo y antesala de la próxima celebración, el 27 de junio de 2026.
La Alfombra Devocional de Pedro Juan Caballero no solo es una obra de arte efímero, sino también un acto de fe viva, una tradición que une generaciones y que reafirma el espíritu de una comunidad que camina junta, día a día, bajo la protección de su Santa Patrona.
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