Pedro Juan Caballero - 27 de June de 2025 |
Esta alternativa no solo podría reducir costos logísticos para Argentina y Brasil, sino que también posicionaría a Paraguay como un actor clave en el mapa energético regional.
La eventual construcción de un gasoducto transchaco podría atraer inversión extranjera directa (IED) en infraestructura energética, logística y servicios conexos. Empresas del rubro oil & gas, constructoras y operadores logísticos verían en Paraguay una vía de acceso más eficiente y estable hacia el Atlántico. Además, aumentaría la competitividad del país como plataforma para el tránsito de commodities energéticos.
Entre las ventajas comparativas de Paraguay se citan, el terreno plano, que favorece la instalación de ductos a menor costo; la baja densidad poblacional, que minimiza conflictos sociales, y el clima seco, que reduce riesgos de mantenimiento.
Para capitalizar esta ventaja, Paraguay deberá definir un marco regulatorio moderno, que incluya seguridad jurídica, incentivos fiscales y protocolos ambientales. Además, la cooperación con Argentina y Brasil será esencial para integrar esta infraestructura en una estrategia energética común.
El tránsito de gas natural por el Chaco podría generar ingresos por tarifas de paso, empleo local y mayor conectividad regional. También estimularía inversiones en zonas tradicionalmente postergadas, potenciando el desarrollo económico del Chaco paraguayo.
Tanto en Brasil como en Argentina existe un interés manifiesto de varios sectores por la propuesta del gasoducto bioceánico, lo que motiva al Gobierno nacional a avanzar en su propósito de convertirse en un centro energético de la región, asegura el viceministro de Minas y Energía, Mauricio Bejarano.
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